5.23.2011

El alma al Diablo.

Bueno, yo leí el libro “El alma al Diablo”, una novela escrita por Marcelo Birmajer. Este libro la verdad que no me gusto mucho, pero lo que voy a tratar de resaltar son algunos “mensajes” que pude rescatar del libro.

Esta novela, está contada en primera persona, por un niño llamado Mordejai. Mordejai es un niño judío de doce años que vive con su padre, su madre y su hermano menor en el barrio Once. Desde muy chico, fue advertido de una casa deshabitada que estaba cerca de su hogar, en donde todos los vecinos del barrio decían que allí vivía el diablo. A su edad, se preparaba con el Rabino Musnak para celebrar el Baarmitzvá.

No quisiera hablar mucho del libro ya que no me gustó mucho y también lo dejo para que lo lean ustedes, pero me gustaría compartir esta historia que le contó el rabino a Mordejai:

Hace mucho tiempo vivía en una aldea que no conocemos un muchacho de veinte años, justo y valiente. Pretendía a una doncella de su edad, blanca como la leche, y tan bella como vanidosa. Él muchacho tenía el rostro cruzado de cicatrices. La doncella, enferma de juvenil frivolidad, exigía, para hablar de noviazgo, que el muchacho se quitara las cicatrices del rostro. Él muchacho savia que esto era imposible, pero la doncella estaba acostumbrada a que se le cumplieran sus mas estrafalarios deseos. Así la habían tratado sus padres y los ricos hombres que cortejaban. Él muchacho pasaba noches de insomnio pensando en cómo satisfacer el requerimiento, y la doncella insistía en que cuando se hubiese quitado las cicatrices, ella lo estaría aguardando. ¿Por qué el muchacho seguía amando a una dama tan necia? ¡Misterio! ¿Por qué una mujer tan agraciada era tan necia? ¡Más misterio!. Una de las noches de insomnio en que el muchacho sufría bajo un árbol del bosque (el estado de su alma le hacía imposible permanecer en una cama), acertó a pasar por allí un mago. Él muchacho vio llegar a un hombre en una carreta tirada por un mulo. Cuando el animal se detuvo, el hombre bajó de la carreta, y haciendo un movimiento de manos transformó al mulo en un hombre. Hizo un pequeño fogón, sacó un pollo de la carreta, lo atravesó con un palo y comenzó a asarlo mientras conversaba con el mulo convertido en hombre. Él muchacho se frotó varias veces los ojos y se acercó impávido al prodigioso dúo. -¿Có… có… cómo has hecho eso?- Preguntó. – Oh –Dijo el mago sin darle importancia-. Es feo comer solo, y a la hora de la cena, siempre me procuro alguien con quien conversar. Y no bien terminó la frase, con un nuevo pase de manos volvió a transformar el hombre en mulo. –Ahora ya tengo con quien conversar- dijo el mago, haciéndole una ademán al muchacho para que se sentara junto a él. -¿Cómo haces eso? – repitió el muchacho. –A excepción de cómo hago mis trucos, podemos conversar de todo lo que quieras – respondió el mago. El muchacho, que tenía un solo tema en su magín, acercando su rostro al fuego y mostrándoselo al mago, se apresuró a decir: -¡Apuesto a que con tu magia podrías quitarme todas las cicatrices del rostro! –Por supuesto- respondió el mago sin un ápice de vanidad. –Pues, adelante- Dijo el muchacho. -¿Estás seguro de que eso es lo que quieres?- Le preguntó el mago. – De nada he estado más seguro- Dijo el muchacho. El mago pasó suavemente un dedo por una de las cicatrices del muchacho. De inmediato, entre los dos, se presentó una imagen. Era el recuerdo del día en que el muchacho se había hecho esa cicatriz. Los cosacos atacaban la aldea, y el muchacho, valientemente, salía al encuentro de ellos. El sable de un cosaco le rozaba el rostro. Pero ahora, en la imagen que el mago presentaba, el recuerdo cambiaba: Él muchacho se escondía tras unos toneles y no enfrentaba a los bandidos. Aguardaba escondido hasta que se marchaban, luego de haber realizado todo tipo de tropelías. Cuando la imagen se desvaneció, nuevamente estaban el mago y el muchacho junto al fogón. El mago fue hasta la carreta y regresó con un espejo. Lo limpió con la manga de su abrigo y se lo extendió al muchacho. –Mírate – Le dijo. El muchacho se observó. Efectivamente, la cicatriz ya no estaba. –¡Prodigioso! – Exclamó el muchacho. –No es ningún prodigio - Dijo el mago-. Si nunca has peleado contra los cosacos, ¿Por qué habrías de tener esa cicatriz? ¿Quieres que te borre las otras? –¡Por supuesto!- Dijo el muchacho. Pero al instante se detuvo: -Un momento- agregó- ¡Sí he peleado contra los cosacos!, –No- le dijo el mago-. Ya no, y ya no tienes esa cicatriz. –Sólo te he pedido que me borres la cicatriz – dijo el muchacho- No el momento en que me la hicieron. –Eso es imposible- Dijo el mago- No lo puede lograr ni el más sabio de los magos. Si partes de tu vida te han dejado cicatrices, debemos borrar esos recuerdos para borrar las marca. ¿Te borro las demás?. –No- Dijo el muchacho-. Y luego de comer el pollo, ambos durmieron mansamente. Cuando el muchacho despertó, el alba y bajo un árbol, el mago ya no estaba. Corrió a ver a la doncella.- Te he dicho que no te me acerques hasta que no te quietes las cicatrices del rostro- le dijo fríamente ella. El muchacho no respondió a su insulto. Se señaló una cicatriz y le conto su historia. Señalo otra y otro recuerdo. Una mas y otro suceso de su vida. Terminó de contarle el origen de la ultima cicatriz frente al rabino que los casó”.

A la conclusión que llegué o por lo que pude entender, es que todos tenemos algún herida o cicatriz en la vida, pero la solución no es borrarla, sino comprenderla. También, lo que pude entender en parte del libro, es que nadie puede ser juzgado sin saber su historia…

Bueno, espero que les hallan gustado lo que pude rescatar del libro, y no necesariamente que a mi no me guste el libro, signifique que a ustedes tampoco, a si que lo dejo en manos de ustedes.

11 comentarios:

  1. Para mañana voy a tener alguna foto para publicar, todavia no pude encontrar una apropiada :/

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  2. Iván: fijate las faltas de ortografía. El texto me pareció largo pero me gustó la historia y tu comprensión de ella.

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  3. Iván: Qué buena idea que tuviste de destacar la historia que le contó el rabino al niño judio, aunque te digo una cosa muchacho, ES MUY MUY PERO MUY LARGA! Me cansó tener que leerla toda, aunque pude hacerlo. No se si son faltas de ortografía del autor, o de la forma de hablar del rabino o si son tuyas al copiar toda la historia. Destaco tu reflexión que me parece muy buena, y falta una imagen que ya leí el comentario que hiciste que te cuesta encontrar una adecuada. PACIENCIA, las cosas un día llegan!

    Muy bien, mi otro yo ♫ Jaja..

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  4. Negro, no tenés que repetir tanto que no te gusta la novela. Y no cuentes un texto tan largo, eso está escrito y los lectores lo van a leer igual... acá lo que importa es tu opinión y tus pensamientos.

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  5. Iváaaaan, mi Patricio a pesar de que no te gustó algo que queda clarísimo, rescataste algo muy valioso, tu pequeña opinión, que si la hubieras expandido más era muuuuuuchísimo mas interesante que la historia que le contó el rabino a no se quien, tiene un contenido o una esencia que me llamó más la atención que todo lo demás. No te confíes de que lo que vos decís va a ser menos que lo del libro, para el próximo prefiero que expreses TU opinión. Es importante.

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  6. Me gusto mucho tu post, porque lo "extenso" que vos escribiste, no es pesado de leer,y es muy linda la historia.
    Y si..., todos tenemos una herida escondida, ¿o no?, adentro del alma, o por fuera, que nos duele, pero muchas veces la solución mas fácil no es la mejor, como el mago le demostró al joven.
    Creo que de verdad me hiciste pensar en cosas que me pasaron muchas veces en mi vida cotidiana, en mi familia, en donde mis padres me "agobian". A veces me da ganás de hacerlos desaparecer, pero a los pocos segundos de decirlo, me da ganás de tragarme mis palabras.
    Y me pongo a imaginar mi vida sin ellos, y sin mi abuela, que son lo más lindo que tengo. Ellos me aman y hacen TODO lo que hacen porque me quieren cuidar.

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  7. Ivan:
    Me gusto mucho que hallas podido resaltar solamente algo de la novela y que prácticamente no la hallas contado, aparte de que lo que resaltaste esta muy bueno.
    Te felicito!!!
    GROSSO

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  8. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  9. Negro:me gusto mucho lo que pudiste rescatar,ya que todos tenemos una cicatriz.Le falta una foto amigo.Te felicito :D

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  10. cual es el conflicto de la novela

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  11. Lo acabe de leer esta tarde y me encanto esta historia y la historia detras de Salomon, gracias!

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