Un clásico de Mario Mendez
Texto, Mario Mendez
Editorial, Alfaguara Juvenil, 2006
Por Gonzalo Rascón
“El monstruo del Arroyo” claramente es un
título exquisito y el más conocido del autor marplatense Mario Méndez. A pura
base del refrán: “No juzgues a un libro por su portada” esta novela nos relata
la historia del pueblo de “Los Tepuales”, un pueblo de provincia, el cual sufre
todas las noches el “ataque” de un monstruo que habita en el casco abandonado
de la estancia “La Margarita” a quien deben ofrecerle tributo para que no
ataque el pueblo , la llegada de una familia de médicos de la ciudad incrédula
a la situación y su esfuerzo por probar que el supuesto monstruo es solo una
leyenda urbana, y la curiosidad de dos chicos, Pedro( un chico del pueblo,
tímido, que desde pequeño fue criado con un slogan de: “No salgas a la noche o
el monstruo te comerá”) y Marilí( la hija única de esta familia de ciudad antes
nombrada, la cual siente mucha curiosidad por revelar el misterio de la bestia)
, ante este hecho paranormal. Al mismo tiempo se muestra el oportunismo e
hipocresía de las autoridades locales, (los cuales para lavarse las manos de el
mal funcionamiento de algunas fábricas de las cuales ellos debían encargarse le
echan la culpa al monstruo) y unos que otros estafadores, ante esta situación
de crisis para el pueblo.
La historia contiene
ese ambiente de aventura y misterio que a todo lector lo atrapa al momento de
leer una novela, si bien posee los requisitos para poder ser más largo, la
novela en si relata lo justo y necesario, con capítulos cortos y un par de
ilustraciones, el autor logró crear lo que quería: Una obra para niños a partir
de 12 años en la cual no se aburran y puedan integrarse a la lectura. Un libro
que por mi parte recomiendo leer, que aunque sea una novela corta (123 páginas
para ser exactos) posee una muy linda moraleja, la cual nos hace preguntar: “¿Quién
es el monstruo verdaderamente?”. Vale la pena adentrarse en esta historia y
descubrir el final sorprendente que nos
depara en la última página.
“Y somos el cuco de unos cuantos que se llenan la
barriga manoseando a la bondad”- Salta la Banca
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