9.06.2012

Un viaje, una historia (Liliana Bodoc) Por Agostina Ginzburg


Un guionista de historietas fue despedido de la editorial donde trabaja, pero antes de retirarse de su función, debe terminar una serie titulada “El viajante”, la que será publicada en el Súper Álbum de diciembre.
La historia, “El viajante”, Santiago, es un hombre que recorre el mundo en un viejo auto rojo y que ha decidido regresar a su lugar de origen, San Jerónimo, un pueblo pequeño, oscuro, seco,  que vive en torno a una cementera.
                                                         
El principal objetivo es  rencontrar el “Budapest”, un parque de diversiones instalado durante su adolescencia, donde se enamoró por primera vez.

La historieta se centrará y se basará en estos recuerdos.

La ciudad y sus habitantes se ven conmocionados por la aparición del parque, y sus pobladores se enfrentarán en dos bandos bien marcados, entre los que aceptan y los que rechazan el parque de diversiones.
Así se desata una pelea entre los grupos de distinta opinión. La lucha que entablan los vecinos para desalojarlo y la posterior reconciliación entre ambos bandos.
Santiago es un adolescente que ha perdido recientemente a su padre, un empleado de la cementera. El chico quiere un destino distinto al de su padre. Su madre parece una mujer insegura y llena de temores. Perteneciente al grupo de los opositores al parque.
Al comienzo de la novela, los planos de la realidad y la ficción se plantean como dos universos claramente diferenciados. El dibujante y el guionista, que están creando la otra historia de la novela, debaten sobre los problemas típicos de la creación de una historieta: la credibilidad de la historia, la manera de hablar de cada personaje, tipos de ilustraciones, los colores, etcétera. En este debate, muchas veces discuten para imponer cada uno, su punto de vista.
El parque representa el plano de la sensibilidad y creatividad.  De ahí, que en medio de la instalación del parque, nace la historia de amor entre Natalia y Santiago.

Los pobladores que se oponen al parque, representan la rigidez, las costumbres, las leyes. Aparece el personaje de Doña Lupe, la vecina, una mujer resentida y llena de rencores.

El libro pasa por las constantes entradas y salidas entre los planos de la ficción y la realidad .A medida que transcurre el relato, se plantea una interacción entre los personajes de uno y otro plano.

Hacia el final del relato, las historias vuelven a fundirse cuando nos sugieren que Santiago es, en realidad, el guionista de la historia.

Agostina Ginzburg 2B CBU

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