11.14.2011

Veladuras

El libro que me tocó leer en la biblioteca de aula fue: Veladuras, de la autora María Teresa Andruetto.


Me gustó mucho, me pareció muy interesante y corto. Se divide en cuatro capítulos y en cada uno de ellos, el personaje principal, Rosa, recuerda todo lo vivido durante sus dieciocho años de vida. Es una joven que se queda "sola en el mundo, sin padre, sin madre y sin memoria, tratando de olvidar lo que había vivido antes cuando estaba con su madre y discutían y también lo que había pasado con su padre".


Su historia involucra a una joven jujeña llamada Gregoria,  a su padre y a su madre, donde el amor se vuelve un sentimiento obscuro y se fue desenvolviendo hasta llegar a un duro y fuerte desenlace. Esta historia se cuenta en fragmentos, como si la autora tomara un tiempo para respirar y luego volver a ver al pasado.


La relación de Rosa con su madre no era muy buena, ya que después de lo que pasó con su padre, ella se quedó muy enojada con su madre y decía que había dejado a su padre, que no lo había cuidado y que lo obligó a irse con Gregoria a vivir a otra parte, que era lo mejor para el niño que venía en camino. "Mi madre no comprende que yo quiero estar con los que han muerto y no con ella y con mi hermana Luisa, ni tampoco que yo sea de esta forma que tengo, de este modo que tiene la gente de acá, de La Quebrada". 


Rosa, hace veladuras: "primero uno cubre todo y después va sobando de a poco lo que tiene soterreado, que es siempre lo que más duele y hay que soliviar. Por eso pienso, si pudiera hacerme yo misma a mí unas pátinas como estas que le hacemos a los ángeles, si pusiera pasarle pan de oro a lo que ha perdido el brillo, si al alma de uno le fuera bien hacerle veladuras, seguro que lo que duele se pondría opaco y no se sufriría más"


La muerte de su padre y de su abuela provocaron un dolor inmenso en la vida de Rosa, ya que su padre murió cuándo ella tenía a penas catorce años. Ella lo vio "colgado de la rama, como si fuera un pájaro de esos que salen por la noche o como un muñeco desarrapado y chueco, colgando sin fuerza como las piernas mías". 








"Antes de que pasara lo del árbol, antes de que Gregoria llegara a nuestra vida, antes de ir nosotros a esa casa donde él se había ido para estar con ella, antes de ver a mi padre ahí, como un muñeco sin forma y sin mensura, antes de todo eso, yo no era así ni se me iban de este modo las ideas, ni me confundía, ni sentía estos chillidos que ahora siento ni nada de lo que se me viene ahora a la cabeza. Ni tampoco me daba esta rabia que me da algunas veces pensar en mi madre"


"Vuelven las penas y penitas de uno, digo yo, para que uno las sobe muchas veces hasta que queden lisas, suavecitas, y todo se ponga bien"










Belén Balado 3ero B

1 comentario:

  1. Buen posteo beelu, se nota que te gustó mucho el libro como me decis siempre jajaj, pienso que este libro es para recomendar porque realmente es lindo, aunque algo raro...

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