Cada uno construye su realidad

No hay una sola realidad; no hay una sola verdad; hay tontas historias como uno pueda imaginarse.
"Los vecinos mueren en las novelas" nos muestra que hay tantas realidades como interpretación y que la verdad depende de las perspectivas y puntos de vistas de cada personaje.
En esta novela de Sergio Aguierre encontramos ficción dentro de la ficción. En el encuentro entre John Bland y Emma Greenhold, donde el escritor (John) va presentarse a su vecina (Emma), surge una historia policial relatado por Emma, en sus 2 versiones: En la primera historia la protagonista es una mujer conocida por Emma y en la segunda version Emma se asume como protagonista.
Estos distintos relatos provocan que John, primero admiración, luego envidia y finalmente terror y conmoción.
Así se genera un duelo de duelo de palabras entre los dos personajes con el objetivo de intimidar al otro.
Incluso las palabras y el discurso de Emma se convierte en un arma más peligrosa que la taza de té supuestamente envenenada, las agujas de tejer o el atizador. Todo esto provoca en John una desesperación tan grande, que se siente envenenado y se descompone.
Por otra parte, para el lector, resulta difícil saber cuál es la realidad ¿Realmente es Emma, una cínica y astuta asesina? ¿O es una inocente anciana que esta jugando con su fabulosa imaginación para inventar historias y convencer a John?
Basicamente la novela nos permite esta doble lectura, para cada lector puede hacer pueda hacer su propia lectura, pero cada lector puede hacer su propia interprentación, por eso se dice que no hay hechos sino interpretaciones.
La novela es un juego entre mentira y verdad; amenaza y burlas, donde cada detalle o palabra tiene un doble sentido y asi la historia avanza en esa dualidad que el texto no revela.
Uno puede leer varias veces la novela y el final sigue siendo abierto, no se puede sacar una conclusión absoluto.
Quedamos en la duda, nunca sabremos cúal fue el destino de John, si todo estaba en su mente y era un paranoico o Emma estaba diciendo la verdad.
En pocas palabras, la novela además de ser un excelente relato policial, nos muestra como la ficción y la realidad se superponen constantemente y cómo la mente humana y el lenguaje son capaces de crear una nueva realidad que a la vez puede ser interpretado de ilimitadas maneras.