¿Pasado o aterradoras pesadillas?

El cuento que yo leí es Momo de Michael Ende, es fantasioso debido a los personajes que aparecen durante el transcurso del mismo, pero para mí trata de describir el profundo deseo de un niño a no crecer y dejar de lado el hecho de jugar para adentrarse en el mundo laboral donde “El tiempo es dinero”.

Ya que el libro no cuenta casi nada del pasado de la protagonista, hice una narración basándome en eso.

¿Pasado o solo aterradoras pesadillas?

Todos me llaman Momo, nombre que yo misma me di, y dicen que por mi apariencia parezco de doce años pero en realidad, nada lo confirma.

A veces tengo imágenes borrosas que se narran como diversas historias de tragedias en mi cabeza mientras duermo, no sé si me quieren contar mi pasado o solo atormentarme por el hecho de que no poseo recuerdos.

Un sueño en particular capto mi atención, en este los hechos se muestran solo como secuencias de momentos felices al principio y trágicos al final, en el aparece una niña la cual no aparenta más de 10 años. Celebrando con toda su familia en un pueblo humilde de las afueras de Italia, si bien no tenían mucho eran felices, excepto por el infortunio de que eran perseguidos por Los hombres grises enviados por el Banco del Tiempo, que querían secuestrar a la niña por que representaba una gran amenaza, por qué motivo no lo mostraba, solo demostraba que la familia entera escapaba de ciudad en ciudad, hospedándose en lugares que no cualquier persona resiste, sufriendo tanto heridas físicas, mentales por el hecho de no saber cómo escapar de tan tremenda situación y fundamentalmente no tenían que comer ya que todas sus cosas quedaron es su antigua casa, que posiblemente estaba destruida, obligados a tener que mendigar poco a poco la salud de la familia fue empeorando hasta llegar al punto en que los padres de esta niña padecían de muy mala salud, por lo tanto, ella decidió pedir ayuda en todos lados, rogar si así fuese necesario, pero el avarismo de la gente solo hacía que la llama de esperanza en la pequeña se apagara cada vez más y más, al pasar los días un hombre se compadeció de ella y cuido a su familia.

Un año pasó, ahora la joven ya tenía once años, según mis sueños relatan, sus padres recuperados ayudaron al hombre que al parecer poseía un viñedo, solo unos pocos adivinos podían predecir lo que iba a pasar, pero callaron.

La niña recorriendo la huerta de aquel señor tan querido para ella pudo percibir que a lo lejos una niebla espesa, oscura y que asfixiaba a todo aquel que la oliera provenía de su casa, corriendo, la pequeña se da cuenta de todo lo que había pasado y que todos sus seres queridos ahora solo podían verla desde el cielo. En silencio ella se convirtió en un mar de lágrimas mientras trataba de apagar el fuego con la ayuda de los vecinos.

A la noche de ese mismo día en un lugar remoto, lloraba tratando de olvidar todo lo sucedido mientras abrazaba una manta con las siglas M.O.M.O. gravadas en él.

Ese sueño no recuerdo si fue el primero, pero creo que sí. Yo no recordaba nada de mi pasado, temía que esa fuese mi historia, pero al correr de los días me sentía identificada con ella y en su honor me decidí llamar igual que ella, MOMO.