El misterio de las cartas, del tunel y los pajaros muertos.

De la novela de Marcelo Birmajer titulada "El túnel de los pájaros muertos”, me llamo mucho la atención la parte en que Dentoli y Macciole descubren e ingresan a dicho túnel encontrando así todas las cartas que los alumnos les redactaban a sus padres y la cantidad de aves moribundas, muertas y enfermas que se encontraban en él.

En dicha novela todos los personajes se preguntan en determinados momentos porque las aves van a las cartas y lo que me imagine es lo siguiente:

Era algo así como un misterio dentro de otro; difícil de entender. Si bien los directivos del instituto no sabían nada de la presencia de este ser tan espeluznante y la de los pobres pájaros que daban su vida por ellos, algo le había hecho pensar a Dentoli que estaban implicados en esta causa. Quizá habría sido la el suceso inexplicable en que de las cartas que ellos mismos habían escrito a sus padres estaban ahí, tiradas como si nada. Toda la esperanza que habían tenido durante años se fue por la borda en un solo instante, en el que vieron tantas expectaciones de salir de ese infierno que los condenaba día a día. Dentoli cayó en la cruel y fría realidad jamás se enviaron sus cartas.

Jotex, era el ser más terrorífico que pudo existir en la tierra. Una vieja leyenda contaba que éste era el guardián del diablo, el que se encargaba de entregarle las almas de cada uno de los niños infelices… pero detrás del mal, siempre existió el bien, en este caso vendrían a ser los guardianes del ser supremo; los que luchaban a sol y a sombra contra esta especie de ser atroz. Ésos eran los pájaros, los que combatieron por siglos con él… pero eran mucho más inferiores. Tenían un fin tan noble pero sus herramientas no les bastaban.

Dentoli ingresó al túnel, y vio los restos de los pájaros desparramados por lo largo y ancho el suelo y paredes, muy pocos estaban vivos y la gran mayoría de ellos estaban enfermos y o moribundos. Sintió que una especie de una mescolanza de tristeza, dolor e impotencia comenzó a correrle por el pecho, cerrándole la garganta y que se terminó por convertirse en un llanto cargado de rabia. Fue en ese preciso instante en el que miró hacia un costado y vio al animal, al sanguinario animal devorándose otro indefenso pájaro.

Comprendió con desgano que los pájaros los querían salvar, que ahora ya todo estaba perdido. No le quedaba ni una gota de fe… ya sin esperanza se acerco sigilosamente para que no detectaran su presencia a uno de las aves moribundas para desenredarle una de sus patitas que tenía enganchada. De repente escuchó una vocecita que no sabía de dónde provenía. Pensó que estaba loco. Pero después se dio cuenta que el que le hablaba era el ave. Pepudo dijo que se llamaba y le explicó la leyenda dicha anteriormente.

Comprendió que no podía hacer nada… simplemente esperar y tener esperanza. Pero logró comprender el misterio de las cartas, y el tunel de los pájaros muertos.