"Con las manos cruzadas sobre el pecho"

En el momento en el cual tuve que elegir un libro para la biblioteca del aula, el primero que vi, casualmente me llamo mucho la atención, no solo estéticamente, si no su nombre, "Algo que domina el mundo", el cual me genero mucho misterio e intriga.

A medida que comencé a leer, cada linea me atrapo. El estilo de narrar , o el simple hecho de que el protagonista sea un adolescente con una forma de expresarse muy parecida a la mía, me encanto. Esas maneras de plantearse muchas cosas y hacerse preguntas que nadie en ese momento se las puede responder, o que él mismo no es capaz de ver las simples respuestas que están frente a sus ojos, o comenzar hablando de un tema, y enredarse hasta el punto de irse por las "ramas", son algunas similitudes que encuentro conmigo misma.

Los conflictos que tiene el personaje protagonista, Rodolfo, pueden ser los típicos problemas que tiene un chico de quince años, con la diferencia que él tiene una historia de vida diferente. A pesar de estar en el fondo del túnel sin lograr ver un mínimo destello de luz, y sentirse caer al vacío, sin ninguna soga para poder salvarse. Tenerlo todo y ya no tener nada, y darse por vencido, se da cuenta que llega un momento en el cual después de tanto sufrir, de alguna forma todo termino... ya no hay vuelta atrás. Lamentablemente las cosas no se pueden cambiar y jamas volverán a ser como eran antes. Es entonces cuando empezamos a ver dichos temas con mas claridad. Para el afuera pareciera como si hubiésemos cambiado, pero no es así, simplemente despertaron sentimientos, ideas, objetivos o necesidades que antes estaban dormidas y no las necesitábamos. Son momentos que nos pasan, o nos pueden pasar a todos en cualquier momento.

"No siempre tengo días malos, solo cuando me doy cuenta de que yo no tengo remedio, de que la vida no tiene remedio, de que mi vida no tiene remedio, y de que hay algo que domina el mundo que NO TIENE REMEDIO. Hasta que me olvido y me dejo de dar cuenta de que no tengo remedio: así es como logro formar parte, moverme, andar con los demás. No sé por qué soy así, pero hay tantas cosas que no sé. A veces tengo días buenos, días donde vivir es parecido a soñar; y en ese sueño soy de carde y hueso, puedo tocar las cosas y las cosas me tocan, existo de verdad. Eso es lo importante: ser real, entender que uno tiene el corazón fuerte, que late, late, late, resiste pulso a pulso, sístole a diástole, yo que sé. Un corazón no es algo fácil de parar". Este es un fragmento del relato con el cual me siento identificada, creo que si tuviese que explicar el por que, no lo sabría, porque ¿cómo se hace para explicar algo que pasa día a día en tu vida?

A veces es mas fácil expresarse por medio del arte, ya sea pintando, actuando, escribiendo, cantando, o por que no en algún deporte. Cuando encontras en algunas de ellas algo especial, que de a poco se va transformando en parte de cada uno y en parte de tu mundo, eso te hace de algún modo feliz. Ese es tu lugar, ese el lugar que cada uno creo, esa es TU utopía.

Esto mismo le pasa a el protagonista de la novela. Rodolfo se dio cuenta que por medio de la música podía encontrar eso que en ese momento le faltaba, ese vacío que necesitaba llenar. No iban a responder sus preguntas, pero había personas que le pasaba algo parecido. Por ejemplo, la primera vez que escucho una canción de Luis Alberto Spinetta, él sintió que algo adentro suyo hizo "clic", algo raro había provocado esa letra en su interior, y le encanto.

Es increíble como a veces una simple canción puede significar tanto en nosotros. Tal vez eso es lo extraño que tiene la vida. Estamos tan ciegos, aferrándonos a un pasado doloroso, que solo vemos un presente negativo, y no nos damos cuenta que lo que domina el mundo, es en realidad lo que domina el NUESTRO mundo, y que la felicidad no se encuentra en las grandezas, sino en las pequeñas cosas de la vida que nos pasan día a día.

Si tienen la posibilidad de leer esta manera seguramente lo van a interpretar de una forma totalmente diferente a mi, o puede ser que no. Sinceramente, a mi me gusto mucho, además me hizo pensar, reflexionar y plantearme muchas cosas. Me di cuenta de que a pesar de las adversidades, siempre se puede salir adelante, solo hay que intentar tener fuerza para hacerlo.